La Taberna Papuxa se encuentra en el barrio judío, en pleno casco histórico de Ribadavia. Probablemente es uno de los lugares más singulares y con más historias que contar de toda la comarca del Ribeiro.

La Taberna Papuxa fue pasando de generación en generación desde que allá por el año 1872 José Dávila Lorenzo decidió recuperar una antigua bodega que ya llevaba funcionando desde principios del siglo XIX. Su idea fue convertirla en un lugar donde juntarse los vecinos de Ribadavia, donde poder ir a bailar y cantar pero, sobre todo, beber un bueno vino del Ribeiro.

Ya en los años cincuenta su hijo tomó el relevo y ahora es su nieto el que regenta el negocio. Es la bodega más antigua de toda la comarca, y hasta hace poco abrían como furancho durante tres meses al año, pero la elevada demanda les ha llevado a abrir durante más tiempo.

Es un sitio “enxebre”, como se dice en Galicia, y pintoresco. Aún conserva el suelo original de tierra de sus principios y dicen que lo hacen porque de este modo el vino conserva mucho mejor su humedad y frescor. Sus paredes están llenas de historias, cuelgan los chorizos y jamones y hay un olor a taberna de las que ya no podemos disfrutar en ningún otro sitio como en este.

Conserva tan bien la esencia del pasado que la Taberna Papuxa fue una de las localizaciones elegidas por Ignacio Vilar para rodar su película “A Esmorga”, adaptación al cine de la novela de Eduardo Blanco Amor.

Tienen vinos de cosecha propia y de cosecheros de la zona que lo elaboran expresamente para ellos. El vino aquí no te lo sirven en la mesa, sino que al entrar coges una taza y haces la ruta del “pipotiño” como la llaman ellos, que no es otra cosa que servirte tú mismo de los propios barriles. Y así echas la tarde, de espita a espita, de blanco a tinto…

Para acompañar al vino tienen tapas de chorizo, jamón, pimientos de Arnoia, queso de tetilla, pulpo, lomo o zorza.

La visita a la Taberna Papuxa es obligada si vas a Ribadavia.