El furancho Adiós Vida está en la parroquia de Reboreda, en el municipio de Redondela. Se llega desde la carretera PO-250 que sube desde Rendodela a Pazos de Borbén, cuando llegamos a la altura del bar Puskas cogemos el cruce hacia la izquierda por el Camino de Pousadouro hasta el pazo y después a la derecha por la Estrada de Ventosela. Continuamos hasta el Camino do Casal de Reboreda que es donde está el furancho.
En el mismo lugar en el que está el furancho tienen también los viñedos de donde se hace el vino de forma artesanal, sin añadir ningún tipo de conservantes ni aditivos, consiguiendo un vino 100% natural y tradicional como se hacía antiguamente.
Además solo utilizan sulfatos ecológicos, porque como muy bien nos cuentan “De un buen cuidado de las viñas, saldrá la calidad de un buen vino totalmente casero”.
Uno de los grandes secretos del furancho es su bodega. Está semisoterrada en un terreno que alberga una antigua mina que da a un pozo de agua y que le proporciona a la bodega la temperatura ideal para la conservación del vino.
Este furancho es completamente exterior y dispone de múltiples mesas en el jardín con vistas a los viñedos.
Las tapas que ofrecen son tradicionales y caseras. Tienen croquetas, zorza, tortilla, tablas de embutidos y queso, chorizos al infierno o tetilla con membrillo. Merecen una mención especial las empanadas de pan de maíz de xoubas o chocos pescados en la ensenada de San Simón y traídos directamente del barco ya que se dedican al sector de la pesca.
Manuel otero –
Un sitio precioso, muy buena atencion por parte del personal vino y tapas de calidad y todo por un precio normal
Carlos de la Higuera –
Sorprende por lo original de sus dependencias. Abundante espacio con una zona cubierta. Muy buena atención, buenas empanadas (maíz y trigo) y un vino tinto muy aceptable. Volveré por supuesto.
Josy –
Recomendable, muy buena cocina y buen ambiente
Vanesa –
Totalmente recomendable, sitio increíble, comida y vino excelente