El furancho da Balsa se encuentra en la parroquia de Matamá, perteneciente al Ayuntamiento de Vigo, a cinco minutos del centro de la ciudad. Poco después de pasar la Plaza de San Mauro por la rúa Leonardo Alonso, cogemos el cruce a la izquierda que nos lleva por la Carretera da Balsa hasta el furancho.
Si bajas por la Autovía VG-20 debes coger la salida 5-Matamá y en las dos rotondas que encontrarás después debes seguir siempre en dirección Matamá. A poco más de 100 metros desde la segunda rotonda ya está el furancho a la derecha.
Se trata de un furancho muy amplio, con numerosas mesas y sitio de de sobra. Es muy acogedor, sobre todo para los celtistas, que pueden encontrar en este lugar un auténtico homenaje al equipo vigués con toda clase de objetos colgados por las paredes y techo. Los fines de semana tienen actuaciones en directo de grupos de folclore gallego.
Tienen vino blanco y tinto que hacen que merezca la pena el desplazamiento. En las tapas que sirven ya hay luces y sombras. Chorizo frito casero rico, raciones de oreja abundantes, tortilla de patata mejorable, pero las croquetas son de bolsa y congeladas. Nosotros pensamos que es mejor no servir croquetas a la poner unas de bolsa que no valen mucho. Tienen también zorza, jamón asado o tetilla con membrillo. Los precios son razonables.
Manu –
Siento comunicaros que este furancho cerro definitivamente.
Merchi –
Es verdad que el sitio es muy pintoresco, pero la comida deja mucho que desear.